Qué
debemos saber sobre nuestra piel.
La
piel es un sistema que tiene numerosas funciones.
Es el principal órgano protector del organismo; sin esa
barrera de protección podríamos sufrir una infección masiva o un shock alérgico
ya que protege nuestro cuerpo de daños externos, de la luz, de las sustancias
químicas, de los cambios de temperatura y de la invasión de los
microorganismos.
La
piel interviene en la regulación de la temperatura corporal gracias a las
glándulas sudoríparas que controlan la excreción de agua. El control de esa
temperatura hace que nuestro organismo funcione correctamente.
Es
también uno de los cuatro órganos de eliminación de toxinas (emuntorios), por
lo que cualquier disfunción en ella puede afectar de modo indirecto a los otros
tres órganos, que son riñón/vejiga,
pulmones e intestinos.
Nuestra
piel tiene una flora microbiana natural que contiene bacterias residentes que
ayudan a proteger el organismo frente a la invasión de cuerpos extraños, por
eso uno de los problemas que plantea el uso de antibióticos, desodorantes y
antitranspirantes químicos, es la destrucción de esta flora natural, lo cual
supone una vía de entrada para las infecciones y la reducción de la capacidad
eliminativa de toxinas lo que puede repercutir en una sobrecarga de tóxicos en
los otros órganos de eliminación.
Conviene
destacar que durante el crecimiento embrionario, la piel y el sistema nervioso
se desarrollan a partir de un mismo origen (ectodermo). Este hecho quizás nos
de pistas de la estrecha relación que hay entre ambos sistemas. Podríamos decir que hay una relación entre
nuestro mundo interior y la forma en que éste se refleja hacia el exterior a
través de nuestra piel. Así, si algunos problemas de la piel son el reflejo de
trastornos internos, como tal deberían ser tratados.
La
piel es nuestra barrera de defensa y de relación con el exterior, por lo que
debemos mantenerla en perfecto estado. Para ello es necesario cuidar, limpiar e
hidratar cada una de sus células.
La
Naturopatía se ocupa del individuo en su globalidad, considera el organismo
como un sistema completo e integral, no como un conjunto de partes
independientes. Emociones, pensamientos y aspectos externos juegan un papel tan
importante en la salud como el estado físico de los distintos órganos y
tejidos.
¡Buena
salud!
Ilustración de Santiago Girón (mi hermano).
Ilustración de Santiago Girón (mi hermano).
Fantástico, gracias.
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