Los síntomas principales de frío
incluyen escalofríos, aversión al frío y atracción al calor. Una persona con
señales de frío suele tener el semblante pálido, se pone mucha ropa y le atraen
las bebidas y los alimentos calientes.
Esa expresión de “tener frío en
el cuerpo” se asemeja a una roca helada; es una sensación dura que nos deja inmóviles.
El frío causa contracción, de tal manera que la persona se encoge y se mueve
con dificultad aunque debemos saber que el encogimiento es el propósito del
cuerpo para conservar el calor.
Según la tradición asiática el
frío es parte del principio yin y también se asocia con el elemento agua. En el
elemento agua se incluyen desde una perspectiva física los riñones, vejiga y
huesos y desde una perspectiva psíquica la emoción del miedo o temor, así que
estas áreas pueden verse afectadas por una condición de frío.
En general los patrones de frío
en el cuerpo provienen de una falta de actividad física, por consumir alimentos
enfriadores como frutas y verduras crudas, bebidas refrescantes y comidas poco
elaboradas. También el frío puede aparecer por una sobreexposición al medio
ambiente.
Indicaciones para combatir el
frío de manera natural.
A la hora de cocinar, use métodos de elaboración que generen calor como guisos de larga duración o cocción de los alimentos (evitar la cocción al microondas) y es preferible no tomar alimentos que estén a menor temperatura que la del medio ambiente.
Granos y semillas caloríficas:
avena, espelta, semilla de girasol, piñón, castaña, hinojo y eneldo son algunos
ejemplos de alimentos caloríficos. El arroz, maíz y centeno, son muy aceptables
también pues aportan una buena energía al organismo.
Como frutas y verduras
caloríficas podemos consumir el perejil, calabaza, col rizada, cebolla,
cebollino, ajo, las frutas cítricas y su cascara rallada y el dátil.
Los alimentos de más intensidad
calorífica son los chiles. Todos los chiles picantes, incluida la pimienta
deben usarse con moderación y en cantidades pequeñas o pueden tener efectos indeseados
en nuestro cuerpo. Y de una manera similar pero menos extrema hay dulces
caloríficos que también deben usarse moderadamente como la miel o melaza.
En tés e infusiones caloríficas
encontramos una enorme variedad de plantas como el romero, albahaca, la raíz de
angélica, alcaravea, etcétera y si además añadimos a nuestra infusión un
poquito de canela en vaina o corteza, el efecto de calor será mayor.
Estas breves indicaciones
alimentarias para introducir en su dieta son por lo general adecuadas a la hora
de combatir el frío y en el caso de que no sean, los productos de origen animal
también son benéficos. Las anchoas, mejillones, pescados azules, pollo y res
son algunos ejemplos de alimentos caloríficos de origen animal.
No debemos olvidar que es importante
mantener el área de los riñones, piernas y parte baja del abdomen calientes
para evitar muchas condiciones de frío. Igualmente ocúpese de liberarse de sus
miedos e inseguridades. Tener una actitud más activa y positiva inundará de
calidez su mundo interior.
¡Buena salud!
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